Pulsioxímetro Recomendación de compra: cómo elegir el producto adecuado
- Lo más importante en breve
- Los pulsioxímetros son una forma rápida y sencilla de medir importantes constantes vitales, como el pulso o la saturación de oxígeno.
- El proceso de medición es sencillo, no invasivo y totalmente indoloro, ya que el dispositivo se sujeta simplemente a la yema del dedo.
- Para las personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas, los pulsioxímetros suelen ser vitales para que el médico reciba todos los datos importantes.
- Los pulsioxímetros también son compañeros útiles en las excursiones y durante las actividades deportivas para controlar las constantes vitales.
Una sensación de seguridad cada día
Muchas personas tienen una conciencia especialmente fuerte de un estilo de vida vital, ya sea por la edad, por una enfermedad crónica o por una mayor sensación de seguridad respecto a su propia salud. Además del deporte regular, el ejercicio diario y una dieta sana, las ayudas técnicas para controlar y promover la salud física también están ganando importancia. Entre ellos se incluyen dispositivos que, por ejemplo, cuentan tus pasos diarios y las calorías quemadas o miden tus constantes vitales, como la tensión arterial. Con un pulsioxímetro puedes determinar tu tensión arterial y el contenido de oxígeno de la sangre tanto en casa como en la carretera. Los dispositivos se colocan simplemente en un dedo de tu elección, normalmente el índice.
Esto no requiere un procedimiento invasivo, como tomar una muestra de sangre. Los valores medidos te indican lo bien oxigenada que está tu sangre y lo alta que es tu frecuencia cardiaca, es decir, tu pulso. Especialmente para las personas mayores y las que padecen ciertas enfermedades, a veces es necesario comprobar y documentar estos valores con regularidad para poder consultar al médico en caso de duda.
¿Cuándo es útil un pulsioxímetro?
Los pulsioxímetros son dispositivos pequeños y ligeros que suelen sujetarse al dedo mediante una pinza. Aunque forman parte de la práctica diaria en el ámbito médico, apenas se utilizaron en la vida privada durante mucho tiempo. Mientras tanto, cada vez más personas utilizan pulsioxímetros en casa. Sin embargo, no sólo son adecuados para las personas sanas que quieren comprobar sus valores ocasionalmente en una vida cotidiana estresante o durante la práctica deportiva. Los pulsioxímetros son especialmente útiles en enfermedades pulmonares, cardiacas o circulatorias crónicas graves. Te dan seguridad, ya que siempre tienes una visión general de tus constantes vitales. En caso de emergencia, se puede pedir ayuda y el médico puede ver directamente los valores correspondientes. Gracias a la función de memoria, también se pueden documentar las mediciones durante un periodo de tiempo más largo y reconocer rápidamente los cambios en el curso de la enfermedad.
¿Qué es la pulsioximetría?
La llamada oximetría de pulso aprovecha la propiedad de que la sangre de los seres humanos muestra diferentes coloraciones según su condición y estado físico: La hemoglobina saturada, es decir, cargada de oxígeno, es de color rojo brillante y absorbe principalmente la luz roja. En cambio, la hemoglobina insaturada es de color rojo oscuro, a veces incluso azulado, y absorbe principalmente la luz infrarroja. La hemoglobina es una proteína de los glóbulos rojos cuya función principal es transportar oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. En consecuencia, la saturación de oxígeno indica la proporción de hemoglobina de la sangre arterial que recibe oxígeno. Este valor es importante porque cada célula de nuestro cuerpo debe tener suficiente oxígeno para realizar todas las funciones «normalmente» o, mejor dicho, en el rango saludable. Los más habituales son los pulsioxímetros de dedo, en los que el dispositivo se coloca directamente en un dedo para realizar la medición.
La palabra origen
El término «pulsioxímetro» se refiere al procedimiento de la pulsioximetría, que describe la determinación no invasiva de la saturación de oxígeno de la sangre. La sílaba «oxi» hace referencia al oxigeno, es decir, al oxígeno. El sufijo «metrie» denota un método de medición. Se utiliza un pulsioxímetro para medir los latidos del corazón (pulso) y la saturación de oxígeno.
¿Cómo funcionan los pulsioxímetros?
Los pulsioxímetros funcionan mediante un principio de medición óptico. En un lado de la pinza hay dos LED monocromáticos como fuente de luz que emiten luz con diferentes longitudes de onda, concretamente luz roja e infrarroja. Al otro lado de la pinza hay un fotodiodo o sensor que mide los componentes de la luz entrante. Esto significa que, durante la medición, los dos diodos emisores de luz envían la luz a través del dedo. En el lado opuesto, el sensor detecta la intensidad de los rayos de luz entrantes. Simplificado: Se mide el brillo de la sangre y cuanto más brillante es la sangre, mayor es el contenido de oxígeno.
Sin embargo, el valor no sólo resulta del valor de oxígeno de la hemoglobina, sino que también depende de otros factores, como el estado de la piel y del tejido en el lugar donde se mide. Además, el flujo sanguíneo es importante, por eso los pulsioxímetros también miden el pulso además de la saturación de oxígeno. Dado que no se pueden descartar los resultados de medición falsificados ni las mediciones incorrectas, los dispositivos deben estar protegidos de todas las fuentes de luz. Además, realiza el procedimiento de medición con la mayor precisión posible: Por ejemplo, coloca el pulsioxímetro lo suficientemente lejos en el dedo y apoya el brazo sobre él.
Lo que importa al comprar
Los pulsioxímetros se diferencian principalmente por el equipamiento y las funciones opcionales. Los precios varían en consecuencia. Ya existen dispositivos sencillos por unos 25 euros. Sin embargo, apenas ofrecen funciones adicionales útiles; a veces incluso faltan funciones como el almacenamiento de datos, que deberían ser estándar. Los pulsioxímetros de alta calidad cuestan al menos 50 euros. Otras funciones útiles son una pantalla iluminada, señales acústicas que suenan cuando se superan los valores estándar, por ejemplo, y una desconexión automática. También deben incluirse una correa de transporte, una bolsa de almacenamiento y pilas. Sin embargo, el criterio más importante es la precisión de la medición: Especialmente si dependen de los valores por motivos de salud, la medición debe ser lo más precisa posible para que puedas reaccionar rápidamente en caso de emergencia.
Marcas líderes
Beurer | Medisana | Pulox | Kernmed | Masimo | Sanitas |
Tipos de modelos
Se pueden distinguir dos pulsioxímetros diferentes: por un lado, los aparatos en los que la pantalla está integrada directamente en la pinza para el dedo, y por otro, los pulsioxímetros en los que la pantalla está conectada por separado, es decir, mediante un cable, a la pinza para el dedo. Además, hay sensores adhesivos que se sujetan en una venda similar a un esparadrapo y se atan alrededor del dedo. Las grandes unidades de pie con extensión de sensor son adecuadas principalmente para uso doméstico o profesional, es decir, en consultorios y hospitales.
Mostrar
Cuanto mayor sea el pulsioxímetro, mayor será la pantalla. El tamaño de la pantalla influye principalmente en el tamaño y el número de valores mostrados y, en consecuencia, en la legibilidad. En las pantallas pequeñas, sólo hay espacio para el valor medido. Los aparatos más grandes, por ejemplo, muestran una curva de impulsos que permite sacar conclusiones sobre los resultados de la medición, así como sobre los valores anteriores.
La pantalla debe estar iluminada para que el aparato pueda utilizarse también en la oscuridad o en condiciones de poca luz. Durante la medición, debe haber el menor número posible de fuentes de luz, ya que éstas pueden falsear el resultado. Si se puede ajustar el brillo de la pantalla, puedes utilizarlo incluso en el exterior cuando brille el sol o esté anocheciendo. Existen dos técnicas de iluminación diferentes: LED y OLED. Las pantallas LED son más comunes porque son muy eficientes energéticamente. Las pantallas OLED tienen mayor contraste y colores más intensos, pero consumen más energía.
Peso y tamaño
Aunque el peso de casi todos los pulsioxímetros es bajo, difiere según el tipo de modelo. Estos pequeños dispositivos, que se enganchan en el dedo, son muy ligeros y, por tanto, ideales para viajar. Las versiones con extensión de sensor y las unidades de pie son más pesadas, lo que las hace más adecuadas para uso doméstico. Los pulsioxímetros de dedo pesan entre 50 y 60 gramos y miden unos 60 x 30 x 30 milímetros. Los aparatos fijos, en cambio, pesan hasta 300 gramos y son el doble de grandes que los oxímetros pequeños.
Desconexión automática y sonidos de alarma
Muchos pulsioxímetros tienen una función de desconexión automática. Si no has colocado el sensor correctamente, las unidades se apagarán al cabo de unos segundos. Por un lado, esto ahorra pilas y, por otro, es más fácil darse cuenta de que algo va mal. Si has hecho ejercicio antes y te tiemblan las manos, el sensor puede deslizarse rápidamente.
Algunos aparatos emiten diferentes pitidos para indicarte el nivel de tu pulso y de tu saturación de oxígeno. Un tono que suena constantemente, por ejemplo, proporciona información sobre la frecuencia y que el pulso es «normal». Los tonos de alarma o advertencia también son estándar en la mayoría de los aparatos. Por ejemplo, si baja la saturación de oxígeno, se te avisará mediante un sonido. El momento exacto en que suena la alarma depende de los ajustes predeterminados del fabricante o de tus ajustes personales.
Función de memoria
Especialmente en caso de enfermedad prolongada o crónica, el aparato debe estar equipado con una función de memoria. Pero esta función también se recomienda para sesiones deportivas regulares. De este modo, siempre tendrás un control preciso sobre el transcurso de una enfermedad o una sesión de entrenamiento. Al almacenar los valores, se pueden documentar para que tanto tu médico como tú tengáis una buena visión de conjunto.
Algunos modelos pueden conectarse a un ordenador o a una tableta. A continuación, puedes transferir y guardar los valores medidos mediante Bluetooth o cable USB. Todo lo que se necesita es el software adecuado o una app, que suele proporcionar el fabricante. Como la capacidad de almacenamiento es limitada y los valores más antiguos se sobrescriben al cabo de cierto tiempo, ésta es una buena forma de mantener todos los datos claramente ordenados para tener una visión general permanente. Con tu ordenador o tableta, también puedes imprimir las cifras o enviárselas a tu médico por correo electrónico.
Fuente de alimentación
Los pulsioxímetros dactilares funcionan con pilas o con una batería recargable. De este modo, se da un uso flexible. Mientras que con el funcionamiento a pilas tienes que disponer de pilas de repuesto, una pila recargable simplemente se puede cargar. Las pilas se incluyen con la compra de la mayoría de los pulsioxímetros. Las unidades de pie suelen funcionar con un cable de red.
Preparados para emergencias
Si dependes permanentemente de un pulsioxímetro, asegúrate de que la batería esté siempre completamente cargada. Si la unidad tiene un compartimento para pilas, se recomienda tener pilas de repuesto a mano.
¿Cómo limpiar un pulsioxímetro?
Puesto que el aparato entra en contacto con la piel y puede ser utilizado por distintas personas de la casa, siempre debe limpiarse a fondo. De lo contrario, pueden depositarse en ella agentes patógenos como bacterias o virus. Esto se aplica a la carcasa, los cables, el sensor y la pinza para el dedo. Un sensor sucio también puede dar lugar a resultados de medición incorrectos.
Por regla general, un pulsioxímetro es muy resistente y de construcción robusta, por lo que no tienes que tener demasiado cuidado al limpiarlo. Sin embargo, no sostengas nunca la unidad bajo el agua corriente, ya que no es impermeable y los componentes electrónicos podrían resultar dañados. Utiliza un paño ligeramente humedecido para limpiarlo. Además, de vez en cuando debes limpiar el pulsioxímetro con un desinfectante suave. Después de limpiarlo, deja que se seque y guárdalo en un lugar también seco. La mayoría de los modelos incluyen utensilios de almacenamiento como bolsas, estuches o cajas.
Fuentes potenciales de error
No utilices el aparato si tienes las uñas pintadas. El esmalte de uñas impide que lleguen al sensor suficientes impulsos de luz. Los movimientos bruscos y las vibraciones durante la medición, así como los dedos fríos o los hongos en las uñas, también pueden falsear el resultado. Asegúrate de que la pinza está óptimamente sujeta durante todo el proceso de medición y de que la fuente de luz y el sensor están enfrentados.
¿Cómo mido correctamente?
Un pulsioxímetro puede utilizarse en distintas partes del cuerpo. Sin embargo, la forma más habitual de medir es en el dedo, normalmente el índice o el corazón. En algunas situaciones, por ejemplo si las manos están vendadas, puede que tengas que elegir otras partes del cuerpo, como los lóbulos de las orejas o los dedos de los pies. Para los pacientes que necesitan ser controlados durante un periodo de tiempo más largo, tiene sentido utilizar pulsioxímetros con sensores adhesivos, ya que son más cómodos y el dedo permanece móvil. Asegúrate siempre de que utilizas correctamente el pulsioxímetro al realizar la medición. Lee las instrucciones de uso y sigue las indicaciones específicas del fabricante y del médico para evitar mediciones incorrectas.
Como la hemoglobina no sólo está saturada de oxígeno, sino también de monóxido de carbono, existe el riesgo de que el pulsioxímetro dé resultados falsos. No es capaz de distinguir si se trata de oxígeno o de monóxido de carbono. En caso de intoxicación por monóxido de carbono, el pulsioxímetro muestra en consecuencia un buen valor. Si te encuentras mal pero el aparato sigue mostrando buenas lecturas, debes consultar a un médico para estar seguro.
¿Qué valores se consideran normales?
Una saturación normal de oxígeno en personas sanas es de entre el 96 y el 99%. En la vejez o en caso de enfermedad, este valor puede ser inferior; sin embargo, esto no tiene por qué conducir necesariamente a un deterioro de la salud. Siempre depende del estado de la persona y de la enfermedad concreta. Por lo tanto, los valores en torno al 90% también pueden considerarse normales para algunas personas. Si no estás segura o tienes alguna molestia, debes consultar a un médico.
La frecuencia del pulso proporciona información sobre la frecuencia con que late el corazón por minuto; el valor se mide en pulsaciones por minuto, o lpm para abreviar. Un adulto sano tiene un intervalo aproximado de 60 a 80 latidos por minuto; esta condición se denomina pulso en reposo. Los atletas profesionales suelen tener una frecuencia cardiaca en reposo mucho más baja. A veces es sólo de 35 a 50 latidos por minuto. El estrés, el esfuerzo físico o una enfermedad, así como la fiebre, pueden influir en el pulso y aumentarlo. A partir de 100 pulsaciones por minuto, el pulso se considera muy elevado y entra en un rango peligroso si la afección persiste durante mucho tiempo. Coloquialmente, un pulso muy elevado se denomina palpitaciones.