Barbacoa de gas de 3 quemadores Recomendación de compra: cómo elegir el producto adecuado
- Lo más importante en breve
- Las barbacoas de gas cocinan los alimentos más rápido, cómodamente y de forma más saludable que las barbacoas de madera.
- Sin humo significa que puedes hacer una barbacoa en tu balcón sin molestar a nadie.
- Es posible la cocción indirecta: con la tapa, la parrilla puede actuar como un horno.
- Tener una parrilla con tres quemadores significa que puedes tener tres zonas de temperatura diferentes.
- Hay una gran variedad de diseños: con ruedas, de sobremesa, barbacoas compactas y parrillas integradas.
Ventajas
Asar a la parrilla no es sólo cosa del verano. Ya sea en el jardín o en el balcón, a todo el mundo le gustan los jugosos filetes y las deliciosas verduras asadas. Sin embargo, las opiniones difieren cuando se trata de las propias parrillas. A algunos puristas les gustan las barbacoas eléctricas, mientras que los tradicionalistas apuestan por las barbacoas de leña. Los perfeccionistas, en cambio, suelen apreciar las ventajas de las parrillas de gas:
- Calentamiento rápido.
- Mejor control del calor.
- Distribución más uniforme del calor.
¿Cómo funcionan?
Las parrillas de gas cocinan los alimentos mediante radiación térmica. El calor se genera quemando gas, más concretamente, gas líquido (una mezcla de propano y butano). La mayoría de las parrillas de gas funcionan con las bombonas normales que puedes comprar en una tienda de menaje del hogar o en una gasolinera.
El gas que necesitarás suele venir en botellas de recambio, pero algunas parrillas también pueden funcionar con botellas de un solo uso. Estas botellitas son útiles en caso de apuro, pero sólo durarán unas horas. Comprar una bombona más grande siempre merece la pena, sobre todo porque las barbacoas de gas de 3 quemadores suelen consumir un poco más que sus primas de un solo quemador.
Instalación y precalentamiento
El gas llega a los quemadores a través de una manguera desde la botella. El gas ardiente calienta las rejillas metálicas, directamente o mediante una piedra de lava colocada debajo. Cuantos más quemadores, más uniformemente puedes repartir el calor, así que sólo buscamos parrillas con al menos 3 quemadores.
Cuando tienes varios quemadores, puedes establecer diferentes zonas de temperatura. Esto es estupendo para cocinar diferentes cosas simultáneamente: el pescado necesita temperaturas más bajas porque es muy delicado, mientras que cosas como las salchichas y los filetes pueden soportar un calor más alto. Al poder controlar la temperatura, puedes evitar que la barbacoa esté demasiado caliente: a nadie le gusta la comida quemada o seca.
La gran ventaja de las parrillas de gas frente a otros tipos es que siempre tienen una tapa extraíble. Esto significa que puedes utilizarlos como un horno y cocinar cosas indirectamente.
Rápido, fácil y sin humo
Hay buenas razones para que las barbacoas de gas sean cada vez más populares: en primer lugar, se calientan muy rápidamente, sin necesidad de un largo proceso de precalentamiento como ocurre con las barbacoas de carbón. Sólo tienes que encender el gas, en lugar de hacer fuego media hora antes. ¡La barbacoa espontánea es totalmente posible con una de estas parrillas!
A medio plazo, comprar bombonas de gas también acaba siendo más barato que la leña y el carbón. En general, el gas también es más seguro que juguetear con carbones encendidos, pero debes instalar las bombonas de gas correctamente.
Gracias al rápido tiempo de precalentamiento, cocinar es mucho más rápido con una parrilla de gas. Además, las parrillas de gas no producen cenizas ni hollín, cuya limpieza puede llevar mucho tiempo. De hecho, limpiar una parrilla de gas es rápido y fácil. Otra ventaja es que las parrillas de gas no cocinan sobre llamas directas. Esto no sólo significa que puedes cocinar las cosas con más suavidad, sino también que evitas las moléculas cancerígenas que se crean cuando se queman los alimentos.
Sólo buenos olores
Las barbacoas de gas son estupendas para balcones y terrazas porque no hacen mucho humo, si es que lo hacen. No molestarás a ningún vecino.
Las barbacoas de gas son sencillas y fáciles de usar. Tienen diales para controlar la temperatura de los quemadores: los mandos múltiples te permiten controlar el calor que va a diferentes zonas de la parrilla. Las parrillas de gas también pueden utilizarse con piedras para pizza o cazuelas para hacer guisos o panes planos. De hecho, las mejores parrillas de gas pueden cocinar un menú entero. ¡Da rienda suelta a tu creatividad!
Las barbacoas de gas suelen ser más caras de comprar que las de leña o carbón, pero este desembolso inicial se amortiza rápidamente, ya que su funcionamiento es más barato.
Las ventajas de un vistazo
- Precalentamiento rápido
- Cocción rápida
- Más seguro que las barbacoas de carbón
- Efectivamente sin humo
- Fácil de usar
- Fácil control de la temperatura
- Versátil
- Barato de gestionar
- Rápido y fácil de limpiar
Criterios de compra importantes
Al elegir una barbacoa de gas de 3 quemadores, hay que tener en cuenta algunas cosas. Lo principal que debes tener en cuenta es para cuántas personas quieres cocinar, si quieres mover la parrilla de un sitio a otro y qué aspecto quieres que tenga.
Potencia calorífica
La potencia calorífica se mide en kilovatios (kW). Determina lo caliente que puede llegar a estar tu parrilla: cuanto mayor sea el valor kW, más caliente estará la parrilla. Las barbacoas de sobremesa compactas deben tener una potencia calorífica de entre dos y cinco kW. Las parrillas más grandes pueden tener entre 10 y 16. Como regla general, cuanto mayor sea la superficie de la parrilla, mayor será el valor de potencia calorífica que necesitarás.
Tamaño de la superficie de la parrilla
Elige el tamaño de la parrilla en función del número de personas para las que quieras cocinar. Además, tener un poco de espacio extra nunca viene mal, así que a menudo es buena idea compensar en exceso. Como regla general, las parrillas de unos 2000 cm² (300 pulgadas cuadradas) o menos son las mejores para un máximo de dos personas. Todo lo que esté por encima de eso será estupendo para una familia, pero si vas a cocinar para una multitud, busca una parrilla con una superficie de cocción superior a 3500 cm² (550 pulgadas cuadradas).
Diseño
La mayoría de las barbacoas de gas del mercado son independientes, con ruedas para que puedas desplazarlas. Sin embargo, también puedes conseguir parrillas de gas que se integran como una cocina convencional en tu cocina exterior. También hay barbacoas de sobremesa muy móviles, ideales para acampar o incluso para el balcón.
Materiales
Las parrillas de gas de acero inoxidable no sólo son elegantes, sino también muy duraderas. Sin embargo, son comparativamente más caros. Las parrillas de hierro fundido necesitan más mantenimiento para evitar que se oxiden. Las parrillas de hierro recubiertas de polvo o esmalte se rayan fácilmente, lo que provoca óxido.
Tapa y termómetro
El as en la manga de una parrilla de gas es su tapa. Con él, la parrilla puede cocinar cosas indirectamente como un horno. Sin ella, la barbacoa de gas es difícil de distinguir de sus primas de carbón. Poder cerrar la tapa y comprobar la temperatura mediante el termómetro incorporado es extremadamente útil. El termómetro muestra exactamente cuándo la parrilla está bien precalentada o cuándo los alimentos están perfectamente cocinados, para que obtengas resultados tiernos y jugosos.
Distribución del calor
En el mercado hay distintos materiales que transfieren el calor a las parrillas de gas. Las piedras de lava porosas almacenan el calor especialmente bien y desprenden cierto sabor a carbón, pero son un poco difíciles de limpiar. Además, las piedras pueden acabar recogiendo mucha grasa, que puede provocar incendios. En cambio, los ladrillos cerámicos son fáciles de limpiar (se pueden lavar en lavavajillas), por lo que el riesgo de que se produzca un incendio debido a la grasa es bajo. Los distribuidores de calor metálicos prácticamente no tienen riesgo de incendio.
Asado indirecto
El asado indirecto es un método de barbacoa en el que los alimentos se cocinan suavemente, lejos de las llamas directas. ¡Puede producir unos resultados deliciosamente jugosos! las barbacoas de gas de 3 quemadores son perfectas para asar a la parrilla de forma indirecta, porque puedes establecer zonas frías y calientes sin encender todos los quemadores.
Cocinar los alimentos indirectamente en una parrilla de gas es muy parecido a un horno de convección. Los alimentos no se cocinan directamente con una llama debajo. En lugar de eso, el calor circula alrededor de la parrilla (mantenido por la tapa) y cocina los alimentos desde todos los ángulos. El asado indirecto es estupendo para trozos grandes de carne, especialmente animales enteros, porque puedes cocinarlos sin quemar el exterior. Algunas parrillas de gas tienen función de asador, pero cuando trabajas con ingredientes tiernos que pueden deshacerse fácilmente, lo mejor es el asado indirecto. Lo único a lo que hay que prestar atención es al termómetro cuando se asa a la parrilla: demasiado caliente, ¡y acabarás con la comida quemada!
Consejo: utiliza una bandeja recogegotas
Utilizar una bandeja recogegotas cuando asas a la parrilla de forma indirecta tiene dos ventajas. En primer lugar, puedes guardar todos los deliciosos jugos y grasas que se derriten al cocinar. En segundo lugar, las bandejas de goteo evitan que caiga grasa en los quemadores. Sin una bandeja de goteo, esta grasa puede dañar los quemadores, así como provocar un incendio que puede producir carcinógenos o incluso quemar tu comida.
Precalentamiento
El precalentamiento es siempre esencial en cualquier tipo de asado. Las parrillas de gas suelen necesitar de tres a diez minutos para precalentarse. El termómetro te indicará cuándo está suficientemente caliente.
Mantenimiento
Para evitar que la grasa, el aceite o los alimentos se peguen a la parrilla, debes limpiarla con regularidad. Contraintuitivamente, el mejor momento para limpiar la parrilla de gas es justo antes de empezar a cocinar. Precalentar la parrilla quemará la grasa sobrante y carbonizará los alimentos. Simplemente con un cepillo de alambre, puedes volver a limpiar las rejillas fácilmente. Dejar la grasa después de cocinar puede evitar que se vuelva a acumular óxido, y también significa que no tienes que volver a calentar la parrilla cuando hayas terminado de comer.
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