Cámara de caza Recomendación de compra: cómo elegir el producto adecuado
- Lo más importante en breve
- Las cámaras de caza proporcionan una visión única del mundo animal que, de otro modo, probablemente permanecería oculto a las personas.
- Las cámaras se activan mediante sensores de movimiento o calor si hay un animal cerca.
- Los dispositivos difieren en la calidad de grabación, el alcance, la velocidad de disparo y la capacidad de grabar en la oscuridad.
- Los datos suelen almacenarse en una tarjeta SD del dispositivo.
- Las variantes modernas envían las imágenes directamente al usuario mediante MMS, correo electrónico o una app.
¿Qué es una cámara de caza?
Una cámara de caza, también llamada cámara de rastreo o cámara de caza, es una cámara de exterior equipada con sensores. Se activa por los movimientos en el entorno frontal del aparato, así como por los cambios de temperatura, por lo que también se denomina cámara trampa. La finalidad de una cámara de caza de este tipo es la posibilidad de observar animales salvajes tímidos.
En los modelos actuales, las imágenes ya no se graban en película, sino que se almacenan digitalmente en un soporte de almacenamiento. La tecnología digital permite hacer más fotos sin que los usuarios tengan que cambiar el soporte de almacenamiento.
¿Para qué puedo utilizar una cámara de caza?
Da igual que seas observador o cazador: si quieres observar animales salvajes, tienes que estar atento a un lugar protegido en un claro del bosque. Pero cuidado: incluso los pequeños ruidos pueden asustar o alertar al animal, de modo que pase al modo de precaución o huida. En cambio, una cámara de caza te da la oportunidad de obtener una visión auténtica de la actividad animal sin tener que estar allí tú mismo.
Además, las cámaras de caza son adecuadas para los propietarios que quieren proteger su propiedad. En este caso, los dispositivos sirven como elemento disuasorio. Si esto no funciona, al menos puedes documentar que han entrado extraños en la propiedad. En caso de daños a la propiedad, vandalismo, robo o hurto, las imágenes pueden utilizarse para la acusación y posteriormente como prueba ante un tribunal.
Ámbitos de aplicación y ejemplos
Las trampas fotográficas son adecuadas para toda una serie de tareas de observación y vigilancia.
Observación de la fauna: entre otras cosas, una cámara de caza es adecuada para los cazadores que quieren determinar qué especie animal es responsable de la destrucción de la corteza de los árboles. La regeneración natural, es decir, las semillas distribuidas al azar y sus brotes, también suele verse obstaculizada por ciervos o jabalíes que las pisotean o se las comen. En el huerto casero, puedes utilizar una trampa fotográfica para determinar qué animales están mordisqueando los cogollos de lechuga, por ejemplo.
Vertido ilegal de basuras: si tienes una propiedad alejada a la que se puede acceder fácilmente en coche, puede que estés familiarizado con el problema. Ya sea por pereza o por tacañería, algunas personas ignorantes no se deshacen adecuadamente de los recortes verdes, los escombros de construcción, los residuos de jardinería, las baterías de coche o los neumáticos usados en el centro de reciclaje, sino que contaminan el medio ambiente arrojándolos a la naturaleza. Si los lugares contaminados están entonces en tu propiedad, tienes problemas. Una denuncia a la policía suele quedar en nada sin fotos de los autores o matrículas de los coches.
Robo: aunque una cámara de caza no puede evitar en última instancia un robo, si es descubierta por los ladrones, al menos puede ser disuasoria. En el pasado, ha habido casos en los que las grabaciones fotográficas o de vídeo llevaron incluso a la identificación de los autores.
Vandalismo: pintadas, incendios provocados, destrozos sin sentido, todo esto es muy molesto para los propietarios. También en este caso, una cámara de caza puede actuar como elemento disuasorio, por un lado, y ayudar a resolver el delito, por otro.
Vigilancia de propiedades: los dispositivos son adecuados, por ejemplo, para monitorizar una caseta de jardín, un estanque de jardín, una colmena, un depósito de gasóleo o leña almacenada.
Sótano y ático: ¿escuchas de vez en cuando ruidos en tu casa o piso que no puedes identificar? Tal vez tengas inquilinos animales, como martas o ratones, que rara vez asoman la cara, pero te inquietan y te mantienen alerta con sus ruidos de pisoteo o sus marcas de mordiscos. Estos huéspedes no invitados no escaparán a una trampa fotográfica.
Diseño y función
Todas las cámaras de caza se parecen en su construcción en cinco partes: la carcasa camuflada que mantiene todos los componentes a salvo de la intemperie y los protege de posibles daños, un objetivo de cámara, una unidad de flash LED, un sensor de movimiento o de calor y un compartimento para las pilas. El objetivo permite grabar fotos y vídeos, mientras que los LED garantizan que las grabaciones también se puedan hacer de noche. Los sensores garantizan que se active una grabación en caso de que se produzcan actividades delante de él.
¿Cómo se activa la cámara de caza?
En cuanto algo se mueve delante del objetivo de la cámara, un sensor de movimiento lo detecta y activa la grabación de una foto o un vídeo. Como la señal del detector de movimiento debe pasar primero al objetivo, la grabación se produce con un cierto retraso. Esto difiere de un modelo a otro y debe tenerse en cuenta al tomar una decisión de compra. Además de las cámaras con sensores de movimiento, también hay cámaras que se activan al detectar una fuente de calor. Para ello se utilizan los llamados sensores PIR (sensores infrarrojos pasivos). Si el aparato detecta una fuente de calor dentro del área funcional, activa una grabación. La cámara no debe montarse detrás de cristales, ya que éstos bloquean gran parte de la radiación térmica. En ese caso, el sensor no podría detectar un objeto y, por tanto, no podría activar la grabación.
La tecnología de iluminación adecuada
Es esencial equipar la cámara con LED infrarrojos. Permiten hacer fotos nocturnas y, al mismo tiempo, ahorran batería para garantizar largos tiempos de espera y grabación. Tienes que distinguir entre dos tecnologías LED diferentes que proporcionan la luminosidad necesaria para las tomas en forma de flash: los LED de luz blanca (LED blancos), los LED de bajo brillo y los LED sin brillo (LED negros).
La variante de luz blanca es la más barata, pero no es adecuada para la vigilancia de propiedades porque la luminosidad revela la ubicación de la cámara a personas no autorizadas. Los LED de bajo brillo exponen fuera del espectro visible, pero revelan su ubicación mediante un tenue resplandor rojizo. Las versiones especiales para luz negra son más caras de comprar, pero hacen fotos utilizables pasando casi desapercibidas incluso en la oscuridad.
LEDs blancos: baratos, pero reconocibles
El flash de luz blanca es la variante clásica que también se encuentra en las cámaras convencionales. Los LED blancos garantizan una alta calidad de imagen, incluso en completa oscuridad. Como se ilumina todo el espectro de colores, es posible obtener imágenes nítidas y de colores uniformes en la oscuridad. El flash se enciende brevemente y puede ahuyentar a los animales. No obstante, estos aparatos menos caros son adecuados para la observación de animales en la inmensa mayoría de los casos.
Para la vigilancia de propiedades, la visibilidad es más importante: la luz está en el espectro visible. Delata el lugar de instalación y aumenta la probabilidad de vandalismo o robo. Por tanto, los modelos de LED blancos sólo pueden servir como elemento disuasorio.
Ventajas
- Alta calidad de imagen incluso en la oscuridad
- Alta fidelidad de detalle sin ruido
- Posibilidad de imágenes en color incluso de noche
Desventajas
- Un destello visible puede ahuyentar a los animales
- Regala a la gente el lugar de montaje mediante el parpadeo
- Sólo es adecuado hasta cierto punto para la protección de objetos
LEDs de bajo brillo: tecnología de infrarrojos con un brillo ligeramente rojizo
Los LED de bajo brillo funcionan en el espectro infrarrojo, aproximadamente en el rango de 850 nanómetros. Las fotos nocturnas sólo son posibles en modo blanco y negro con exposición infrarroja. A diferencia de los LED blancos, estas fuentes de luz no brillan en el rango visible. Esto permite observar a las tímidas criaturas del bosque. Sin embargo, durante la exposición se percibe un ligero resplandor rojizo. Aunque a pocos animales les molesta, el resplandor rojo puede ser detectado por personas observadoras. Una vez descubiertos, estos modelos también son vulnerables al robo y al vandalismo.
Ventajas
- Trabaja fuera del campo visible
- Mayor iluminación que los LEDs no incandescentes
Desventajas
- Brillo rojizo al activarse
- Sólo es posible obtener imágenes en blanco y negro por la noche
LEDs sin brillo: más caros de comprar, pero invisibles
Los LED sin brillo, también llamados LED negros, son una tecnología infrarroja especial que funciona con una longitud de onda de 940 a 950 nanómetros. La activación no es perceptible para las personas ni para los animales. El alcance es aproximadamente un 20% menor que el de un flash infrarrojo normal. Las fotografías muestran un ligero ruido de imagen; en general, por la noche sólo es posible obtener imágenes en blanco y negro. Los modelos equipados con esta tecnología son especialmente adecuados para observar el juego tímido y para monitorizar objetos. Como sólo brillan muy débilmente, normalmente no son percibidos por animales o personas: para ello, las personas no autorizadas tendrían que conocer el lugar exacto de montaje y mirar a la cámara de frente y desde una distancia muy corta.
Ventajas
- Apenas perceptible por personas o animales
- Adecuado para la observación de animales y la protección de objetos
- Rango de iluminación más bajo
Desventajas
- Sólo son posibles imágenes en blanco y negro
- Fotos con ligero ruido de imagen
Qué tener en cuenta al comprar
No sólo el tipo de flash es relevante para tu decisión de compra, sino también el alcance del sensor, el retardo del disparador, la fuente de alimentación, el tipo de fotos y grabaciones de vídeo posibles y el tamaño de la memoria.
Ángulo de disparo del objetivo
Cuanto mayor sea el ángulo de disparo de una cámara, mayor será la sección del entorno que capte y menores los objetos individuales de la imagen. Dependiendo del objetivo, son posibles ángulos de disparo de 52 a 120 grados.
52 grados
Un objetivo de este tipo capta un área más pequeña, pero los objetos se muestran más grandes y, por tanto, más detallados. Las cámaras con este tipo de objetivos son especialmente útiles si quieres monitorizar un área manejable o un solo objeto. Si los objetos están de pie o en movimiento a una distancia demasiado corta del objetivo, a veces el resultado puede ser borroso. Los modelos son ideales para un alcance de tiro de 5 a 15 metros.
80 a 90 grados
Los objetivos con un ángulo de visión de 80 a 90 grados son adecuados para diversos fines. Proporcionan un buen compromiso entre primeros planos precisos y planos lejanos detallados. Te permiten cubrir objetos cercanos, tanto delante de la cámara como en los límites de una propiedad, dentro de un alcance de 3 a 40 pies.
de 100 a 120 grados
Estos objetivos gran angular especiales son adecuados tanto para cubrir una zona amplia como para monitorizar espacios estrechos. Debido al gran angular, los objetos lejanos parecen más pequeños e incluso los objetos situados directamente delante del objetivo no ocupan todo el campo de visión. El campo de visión ideal para estos objetivos está entre 1,5 y 33 pies.
Resolución de imagen
Para la mayoría de los usuarios, una resolución comparativamente baja de 3 a 5 megapíxeles es suficiente. Los animales pueden ser reconocidos adecuadamente con esta resolución. En cambio, para tareas de vigilancia e identificación de personas no autorizadas o ladrones, es más adecuada una resolución más alta. Por eso, algunos modelos de cámara de caza trabajan con una resolución de 8 a 20 megapíxeles. Sin embargo, una resolución alta por sí sola no es indicativa de un menor ruido de imagen, ya que en este fenómeno influyen la calidad del objetivo y la sensibilidad a la luz del sensor de imagen.
Resolución de vídeo
Casi todos los modelos de cámara de caza permiten grabar secuencias de vídeo cortas con una duración de entre 5 y 60 segundos. Los modelos más baratos trabajan con una resolución de 1.280 x 720 píxeles. Las cámaras Full HD con una resolución de 1.920 x 1.080 píxeles ofrecen mayor calidad. La grabación de sonido suele ser opcional. A menudo las cámaras toman automáticamente una instantánea antes de iniciar un vídeo. Pero recuerda: una resolución alta significa que se necesita más espacio de almacenamiento.
Fuente de alimentación
Las cámaras de caza pueden alimentarse con un adaptador de corriente o con una batería o acumulador. Especialmente para estos últimos modelos, un panel solar puede ser un complemento útil para aumentar el tiempo de funcionamiento de los aparatos.
Adaptador de red
La versión con cable, es decir, el funcionamiento de la cámara de caza mediante un adaptador de corriente, es ventajoso, ya que no es necesario cambiar las pilas ni recargar los acumuladores. Aunque normalmente es posible utilizar una toma de corriente cercana para monitorizar la propia propiedad o tender un puente hasta la fuente de alimentación más cercana con un cable alargador, los dispositivos con cable son prácticamente inútiles en el bosque.
Pilas y acumuladores
Para lugares u objetos alejados, es aconsejable utilizar una fototrampa que no requiera una conexión permanente a la red eléctrica. La mayoría de los modelos están diseñados para su uso en la naturaleza y, por tanto, utilizan pilas o acumuladores. Debes cambiar las pilas tras un determinado periodo de uso, que varía según el aparato. Sin embargo, muchos modelos pueden grabar de seis a doce meses sin cambiar las pilas. Los acumuladores deben recargarse después de este tiempo.
Módulo solar
Los modelos que tienen una batería recargable y un panel solar adicional son especialmente prácticos. Durante el día, las baterías se cargan a la luz del sol, para poder utilizar la energía de la unidad de almacenamiento por la noche. Esto elimina la necesidad de recarga manual periódica. Sin embargo, durante periodos prolongados de mal tiempo, puede ser necesario cargar adicionalmente el acumulador de energía.
Tiempo de liberación
El tiempo de disparo del obturador, también conocido como retardo del obturador, describe el tiempo que transcurre antes de que se haga la foto después de que el sensor haya detectado el movimiento de un animal o una persona. La mayoría de los dispositivos funcionan con un tiempo de liberación de 0,7 a 1,5 segundos, que es suficiente para muchas aplicaciones, como observar los lugares de cebo o lamer piedras. Sin embargo, si quieres observar el juego, se recomienda un tiempo de liberación más rápido, de 0,2 a 0,3 segundos, ya que de lo contrario puede que ya haya desaparecido de la imagen.
Tarjeta de memoria
Las cámaras de caza almacenan las imágenes digitalmente en una tarjeta SD. Algunos modelos vienen con una tarjeta SD. Dependiendo de cuántas y qué tipo de fotos pienses hacer, puede tener sentido comprar un modelo con una gran capacidad de memoria. Algunos usuarios ya están bien servidos con 4 a 8 gigabytes de espacio de almacenamiento. Sin embargo, como los precios de las tarjetas SD no dejan de bajar, duplicar la capacidad de almacenamiento suele costar sólo unos pocos dólares. Ten en cuenta que los vídeos requieren mucho más espacio de almacenamiento que las fotos. Algunos modelos anuncian que admiten tarjetas SD de hasta 32 gigabytes.
memoria «infinita» con modo bucle
Algunos modelos son capaces de grabar en bucle: cuando la tarjeta de memoria está llena, los archivos más antiguos se sobrescriben con otros nuevos. Esta función garantiza que siempre se puedan guardar nuevas fotos y que la tarjeta de memoria nunca esté llena. Sin embargo, debes comprobar el tiempo medio que queda en la tarjeta antes de que se sobrescriba. Así, en caso de emergencia, por ejemplo tras un suceso como un robo, tendrás tiempo suficiente para hacer una copia de seguridad de los datos que necesites.
Otros extras útiles
Hay otras funciones que no forman parte del repertorio estándar esencial de una cámara de caza, pero que contribuyen a la facilidad de uso.
Envío de archivos a través de la tarjeta SIM integrada
Algunos modelos tienen una tarjeta SIM igual que un smartphone. Esto permite enviar fotos y vídeos a través de la red móvil. La cámara puede configurarse para que los archivos se envíen directamente al smartphone como MMS, correo electrónico o mensaje push a través de una app tras soltar el obturador.
La ventaja: no tienes que estar cerca de la trampa fotográfica para ver las fotos. Además, puedes intervenir más rápidamente si algo va mal: por ejemplo, es concebible que la fototrampa registre a un animal herido o a una persona no autorizada en la propiedad.
En algunos modelos, puedes elegir si las imágenes sólo se envían de esta forma o si también se almacenan en la tarjeta de memoria como copia de seguridad.
Enviar archivos por Wi-Fi
Además de los modelos que utilizan la red de telefonía móvil, también hay modelos que tienen una interfaz Wi-Fi. Sin embargo, sólo puedes recuperar los datos si la cámara se utiliza en tu propiedad para la vigilancia de la misma: necesitas un router WiFi con conexión a Internet dentro del alcance directo de la radio. Por tanto, estos modelos no son adecuados para su uso en el bosque.
Control mediante app
Algunas cámaras de caza que tienen una tarjeta SIM pueden controlarse a distancia desde smartphones o tablets mediante una app. En la mayoría de los casos, esto te da acceso a los archivos almacenados en la cámara, te permite tomar una instantánea, realizar ajustes relativos al ajuste fino del disparador o programar una grabación time-lapse.
¿Por qué fotografía time-lapse?
Puedes utilizar la función de disparo continuo para crear una animación time-lapse. Algunas cámaras pueden programarse para tomar un fotograma cada 30 segundos o cada 5 minutos, por ejemplo. Reproducidos uno tras otro, se crea un vídeo time-lapse que, por ejemplo, proporciona información sobre el cambio de la vegetación en un determinado periodo de tiempo.
Clase de protección IP
Los distintos códigos de protección contra la penetración (códigos IP) indican qué influencias mecánicas debe soportar un dispositivo electrónico. Algunos fabricantes tienen certificadas las clases de protección correspondientes. Para las cámaras de caza, IP 66 es favorable. Identifica los modelos a prueba de polvo y protegidos contra potentes chorros de agua, lo que, cuando se utiliza en exteriores, garantiza que la cámara puede soportar condiciones meteorológicas adversas.
Marco jurídico y consejos útiles
Además de la cuestión de qué modelo es el más adecuado para tu propósito específico, tienes que considerar otros aspectos, por ejemplo el lugar de montaje, el camuflaje o la situación legal.
¿Cómo se monta una cámara de caza?
Muchos modelos vienen con correa o cinturón. Se utiliza para fijar la cámara a un lugar adecuado, como un poste, un árbol o un cobertizo. Esto te ahorra la molestia de taladrar o martillear y, al mismo tiempo, protege la flora y la fauna. La mayoría de los modelos deben instalarse a una altura de 1,2 a 1,5 m. Para otras instrucciones de instalación, consulta el manual del usuario. Si quieres una vigilancia integral, una combinación de varias cámaras es una buena idea. De este modo, cubres todos los rincones de la zona que vas a monitorizar y tienes una copia de seguridad en caso de que uno de los dispositivos quede al descubierto o deje de funcionar.
¿Cómo camuflar y ocultar una cámara de caza?
La mayoría de las cámaras de caza se alojan en una carcasa robusta y resistente a la intemperie. Esta carcasa suele ser discretamente oscura o de colores de camuflaje, lo que te ahorra trabajo y hace improbable la detección no deseada. Una red de camuflaje también puede ayudar. Haz coincidir el color de la carcasa con el fondo. Si la cámara se monta en una pared de ladrillo, por ejemplo, una combinación de colores marrón rojizo es una buena idea. Sin embargo, asegúrate de que la lente, los LED y los sensores de movimiento o calor no estén cubiertos para garantizar un funcionamiento correcto. Tampoco debes colocar o montar la cámara de caza detrás de cristales o ventanas, ya que esto puede impedir que se activen los sensores. En los hogares, se recomienda colocar la cámara de caza discretamente en una estantería llena o en la maceta de una planta de interior.
¿Puedo utilizar cámaras de caza en el bosque?
Consulta siempre a las autoridades locales antes de instalar una cámara de caza en espacios públicos. Por ejemplo, un trozo de bosque puede estar en tu propiedad privada, pero sigue considerándose un espacio público en el que no se puede fotografiar ni filmar a terceros sin su consentimiento. El derecho a la intimidad del individuo suele tener más peso que tu derecho a observar tu propio bosque o coto de caza.
¿Puedo utilizar cámaras de caza en mi propiedad privada?
Puedes utilizar una cámara de caza como cámara de vigilancia en tu propiedad. La propiedad sólo está destinada a un grupo restringido de personas y no pueden entrar en ella personas no autorizadas. Sin embargo, no puedes publicar ningún material fotográfico o de vídeo creado bajo ninguna circunstancia. Coloca señales claramente legibles que indiquen la vigilancia o informa a los huéspedes y a los proveedores de servicios sobre las medidas. En general, no está permitido grabar caminos o instalaciones públicas. Los derechos personales de los transeúntes pueden tener prioridad sobre tu necesidad de protección. En caso de duda, restringe el campo de visión girando la cámara, instalando pantallas protectoras en el campo de visión o enmascarando una zona del objetivo.
¿Cuáles son las averías más comunes de una cámara de caza?
La avería más común es la grabación involuntaria de una imagen o vídeo. Por ejemplo, los dispositivos a veces tienden a hacer fotos supuestamente sin motivo y fallan cuando una grabación habría estado justificada. Esto puede deberse al ángulo: algunos modelos tienen dificultades para captar objetos que se mueven hacia ellos o se alejan de ellos de frente. En algunos casos, los sensores también tienen la culpa: son demasiado sensibles o demasiado insensibles. Las cámaras con sensores de calor funcionan de forma especialmente fiable cuando hay una gran diferencia entre la temperatura ambiente y la temperatura de la propia criatura. Por lo tanto, si hay problemas en verano, es aconsejable aumentar manualmente la sensibilidad de los sensores.
Si recibes una «imagen en blanco», puede deberse a los siguientes motivos:
- Una pequeña criatura, por ejemplo un ratón, se ha escabullido por la imagen.
- Una criatura rápida, como un pájaro, se ha movido a través del encuadre que la cámara no pudo capturar debido al retardo del obturador.
- La cámara no está fija, se mueve con el viento y dispara el obturador por su propio movimiento.
- Las ramas sopladas o los objetos calentados por el sol han provocado el disparo del obturador.
Puedes resolver estos problemas en unos pocos pasos:
- Monta la cámara lo más firmemente posible y no sobre objetos que se muevan con facilidad.
- Elimina del campo de visión del objetivo los objetos que la cámara pueda confundir con seres vivos.
- Baja la sensibilidad al movimiento del sensor para capturar sólo animales grandes.
Si estos consejos no dan resultado, puedes comprobar el funcionamiento de la cámara paso a paso:
- Carga la cámara con pilas nuevas o con acumuladores totalmente cargados.
- Asegúrate de que hay suficiente memoria en la tarjeta SD.
- Coloca la cámara de modo que esté protegida del viento y a una altura de 1,2 a 1,5 m.
- Ajusta la sensibilidad de los sensores si es necesario.
- Prueba la detección de movimiento lateral recorriendo la sección de la imagen.
- Prueba la detección frontal acercándote lentamente a la unidad desde delante.
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