Accionamiento de puertas de garaje Recomendación de compra: cómo elegir el producto adecuado
- Lo más importante en breve
- Gracias al mando a distancia, puedes abrir la puerta del garaje con sólo pulsar un botón.
- A diferencia de las puertas batientes y enrollables, los automatismos para puertas basculantes y seccionales suelen poder instalarse posteriormente.
- La conexión entre el motor y la puerta se realiza mediante una cadena o una correa dentada.
- Cuanto mayor sea la fuerza de tracción del accionamiento, más grande y pesada puede ser la puerta del garaje.
Ábrete Sésamo
Las puertas de garaje de apertura manual son una rareza hoy en día. Siempre que exista el espacio y la posibilidad, suele haber un mando para la puerta del garaje. Al permitirte accionar el portón con sólo pulsar un botón, hace el trabajo por ti.
Por tanto, un mando para la puerta del garaje no es un dispositivo superfluo. Sobre todo los que aparcan el coche en el garaje y lo utilizan a diario ahorran no sólo esfuerzo, sino también tiempo. Bajar del coche cada vez para abrir el portón se vuelve molesto con el tiempo. Si hace mal tiempo o hay tráfico justo delante de la puerta, puede ser incluso desagradable y estresante tener que salir del coche.
Por eso, las personas que sufren regularmente la presión del tiempo y utilizan el garaje varias veces al día se benefician especialmente de un mando para puertas de garaje. Además, hay usuarios como niños, personas con discapacidad, ancianos o embarazadas que pueden no tener la fuerza o la movilidad necesarias para abrir una puerta de garaje manualmente. Para estos grupos de personas, la unidad motriz es una necesidad.
Cómo funciona un mando de garaje
Normalmente, una puerta de garaje que se abre manualmente también puede acoplarse a un mando de garaje, siempre que el tipo de puerta lo permita. El operador sólo realiza el trabajo tirando de la puerta mecánicamente. Un mando para la puerta del garaje no tiene que instalarse necesariamente cuando se construye el garaje, sino que también puede comprarse e instalarse más tarde, siempre que el modelo se adapte a la puerta del garaje.
La conexión entre la puerta y el motor del mando de la puerta del garaje se realiza mediante una cadena o una correa dentada. El motor tira de la cadena o correa dentada a lo largo de un raíl guía que se instala en el techo o en un andamio. Cuando está cerrada, la puerta se bloquea automáticamente. Si debes optar por una transmisión con cadena o correa dentada depende de la situación. El nivel de ruido admisible y el peso de la puerta, por ejemplo, son factores que intervienen en la decisión de compra.
Transmisión por cadena: ruidosa y potente
La transmisión por cadena no es adecuada para personas con vecinos sensibles al ruido. Sin embargo, es duradera y fiable. La probabilidad de que la cadena resulte defectuosa es muy baja. Además, la transmisión por cadena suele tener más potencia, por lo que puede abrir puertas más grandes y pesadas. Aunque no requiere mucho mantenimiento, puede ser necesario tensar y engrasar la cadena de vez en cuando.
Ventajas
- Robusto
- Duradero
- Potente
Desventajas
- Según
- Necesita mantenimiento
Transmisión por correa dentada: para el pequeño taller urbano
Una transmisión por correa dentada no puede soportar tanto peso como una transmisión por cadena. Por otra parte, es muy silenciosa y requiere poco mantenimiento, ya que no necesita ser reengrasada ni apretada. Por eso es ideal para personas con muchos vecinos y garajes pequeños. Su mayor defecto, sin embargo, es su susceptibilidad a los daños. La correa dentada se desgasta más rápido que las cadenas.
Ventajas
- Silencio
- Bajo mantenimiento
Desventajas
- Menos potente que la transmisión por cadena
- Susceptibilidad a los daños
Todo depende del tipo de objetivo
Antes de empezar a buscar abridores de puertas de garaje, asegúrate de que el modelo que quieres es compatible con tu puerta de garaje. Al fin y al cabo, no todas las puertas de garaje con automatismo funcionan. La mayoría de los motores para puertas de garaje están diseñados para accionar puertas seccionales y basculantes.
Puerta basculante
Las puertas basculantes -también llamadas basculantes- son las clásicas de los garajes. Al abrirse, la puerta se desplaza hacia arriba; mientras tanto, cambia su posición respecto al techo de vertical a paralela. En el proceso, la parte inferior de la puerta sobresale un poco. Por tanto, si piensas aparcar, debes mantener cierta distancia de la verja. En las puertas basculantes, suele ser posible reequipar un mando de garaje.
Puerta seccional
Las puertas seccionales, que ahorran mucho espacio, son cada vez más populares. Debido a la división en secciones, las puertas no tienen que extenderse hacia fuera cuando se elevan, simplemente se elevan. Así, durante el proceso de apertura forman un ángulo de 90 grados. Cuando están abiertas, son paralelas al techo, como las puertas basculantes. Aquí también suele ser posible el reequipamiento de un accionamiento de puerta de garaje.
Persiana enrollable
En principio, las puertas enrollables funcionan como grandes persianas enrollables. Simplemente se tiran hacia arriba y se enroscan en el proceso. Así que desde fuera son muy parecidas a las puertas seccionales. Sin embargo, cuando se abren, su aspecto es muy distinto. Las puertas enrollables ahorran mucho espacio. Sin embargo, tienen su propio motor que abre y cierra el portón. Por tanto, rara vez es necesario instalar una unidad, o ni siquiera es posible.
Puerta de ala
Las puertas batientes constan de dos partes que se abren lateralmente hacia el exterior. Necesitan mucho espacio para ello. Además, a menudo ya no abren cuando nieva mucho, al menos no antes de que se despeje. Incluso el viento fuerte puede ser un problema en este sentido. Por eso muchos consideran que esas puertas son anticuadas y poco prácticas. Los abridores estándar de puertas de garaje apenas pueden utilizarse con puertas batientes. En su lugar, se suelen utilizar abridores de puertas de husillo o batientes.
Otros criterios de compra
Antes de comprar, debes asegurarte de que el automatismo es compatible con tu puerta de garaje y su funcionamiento. Además, su potencia debe ser lo suficientemente alta para poder abrir la puerta. Por último, pero no por ello menos importante, también influyen la velocidad a la que el accionamiento abre la puerta del garaje y el tipo de funcionamiento.
Tracción
La fuerza de tracción de un motor para puertas de garaje se mide en Newtons. Ellos deciden lo grande y pesada que puede ser la puerta que maneja. Para una puerta de garaje pequeña, 500 Newton suelen ser suficientes. La mayoría de los abridores de puertas de garaje tienen una fuerza de tracción de entre 500 y 1.000 newtons.
Para calcular el peso máximo admisible en kilogramos a partir de la cifra de Newton, basta con dividir la cifra de Newton por diez. Esta fórmula no siempre es exacta, pero puede ayudarte a hacer una estimación. Pero, por regla general, no tienes que calcular tú mismo el valor, ya que te lo da el fabricante.
La superficie máxima de la puerta se indica en metros cuadrados. Es igualmente importante fijarse bien en la altura y anchura máximas. Por último, aunque la superficie de una puerta de garaje sea menor que la especificada por el fabricante del automatismo, puede ser demasiado larga o ancha. La cadena, la correa dentada o el carril guía pueden ser demasiado cortos si la puerta del garaje está demasiado alta. Si la puerta es demasiado ancha, puede abrirse de forma desigual. En tal caso, son necesarias dos unidades.
Velocidad de carrera
La velocidad de funcionamiento de un mando de garaje se refiere a la rapidez con que el mando abre la puerta. Se da en centímetros por segundo. Cuanto mayor sea la potencia del motor del accionamiento, más rápida suele ser la apertura y el cierre de la puerta. La mayoría de los abridores de puertas de garaje tienen una velocidad de funcionamiento de entre 10 y 20 centímetros por segundo. Si accionas la puerta del garaje varias veces al día, debes elegir un accionamiento rápido para ahorrar tiempo.
Tipo de operación
Los motores para puertas de garaje suelen accionarse con un transmisor manual o un mando a distancia. La unidad funciona por radio. Normalmente se incluyen dos o tres transmisores con el accionamiento. Puedes engancharlos al llavero, por ejemplo. Su funcionamiento es sencillo e intuitivo, incluso el ajuste tras la instalación rara vez causa dificultades. Sin embargo, el número de personas que pueden accionar la puerta está limitado al número de transmisores presentes. Por último, aunque no menos importante, a veces se producen interferencias de radio. Por ejemplo, la señal puede intervenir con la del garaje del vecino o incluso con un timbre de radio.
Otra posibilidad es un botón de código, es decir, un elemento de control en el que se introduce un código de seguridad. La ventaja es que cualquiera que conozca el código puede abrir la puerta. En consecuencia, no tienes que comprometerte con dos o tres personas. Sin embargo, dependiendo de dónde esté montado el mando, puede que tengas que salir del coche para accionarlo.
Algunos modelos funcionan ahora incluso a través de una app. Pueden conectarse al smartphone mediante Bluetooth o WLAN. Sólo tienes que instalar la aplicación y podrás abrir o cerrar la verja a través del smartphone. La mayor ventaja es que no necesitas otro dispositivo, sino que puedes utilizar el smartphone que probablemente lleves contigo la mayor parte del tiempo de todos modos.
Consumo de energía
El consumo de energía es bastante secundario en los mandos de garaje. El motivo es que la unidad suele estar en modo de reposo y sólo funciona unos segundos -máximo minutos- al día. En modo inactivo, la mayoría de los modelos no consumen más de dos vatios.
La alimentación suele suministrarse a través de una conexión a la red eléctrica. Sin embargo, también hay modelos con una batería recargable que se carga mediante un panel solar. En este último caso, no dependes de la red eléctrica. Esto simplifica la instalación y ahorra dinero a largo plazo.
Detección de obstáculos
Con la ayuda de una barrera de luz, los motores para puertas de garaje son capaces de detectar si algo se interpone o no en su cierre. En el primer caso, el accionamiento se detiene automáticamente. En algunos modelos, el portón se levanta de nuevo. La puerta se invierte como muy tarde cuando toca el objeto que está en el camino.
Liberación de emergencia
El desbloqueo de emergencia te permite accionar la puerta del garaje si falla la corriente o el automatismo está defectuoso. La función del desbloqueo de emergencia es desconectar la puerta del automatismo para permitir el accionamiento manual. Los desbloqueos de emergencia son accesibles desde el exterior del garaje mediante cerradura o desde el interior del garaje mediante cable de tracción. Si tu garaje tiene una segunda entrada, basta con un desbloqueo de emergencia en el interior. Si la puerta del garaje es tu único acceso al garaje, el desbloqueo de emergencia debe poder activarse fuera del garaje.
Cierre automático
Algunos accionamientos hacen que la puerta del garaje se cierre sola. Esta función es especialmente práctica para los usuarios olvidadizos, pues ya no tienen que preocuparse de la puerta cuando está extendida. El cierre se puede programar con un temporizador. Programa el temporizador de modo que dispongas de tiempo suficiente para aparcar y aparcar.
Iluminación LED
Las puertas de garaje suelen estar equipadas con iluminación LED. Esta función es especialmente práctica para quienes no tienen otra fuente de luz en su garaje. La iluminación se enciende automáticamente cuando la unidad está en funcionamiento y se apaga sola al cabo de un rato.
Consejos de montaje
Para los aficionados al bricolaje experimentados, el automontaje de un mando de garaje es bastante posible. Sin embargo, requiere algunas herramientas, como un taladro o un destornillador inalámbricos. Además, necesitas a otra persona para instalar el raíl guía. Se recomienda a los usuarios con poca o ninguna experiencia en la instalación de dispositivos más complejos que dejen la instalación en manos de profesionales. Antes de decidirte a instalar un mando eléctrico para la puerta del garaje, debes comprobar si hay espacio suficiente entre el techo y la puerta para el carril guía en el caso de una puerta basculante o seccional.
Fig. 1: © Kirill Gorlov / stock.adobe.com | Figg. 2-5: © FinalCheck | Fig. 6: © ReaLiia / stock.adobe.com