Cámara acuática Recomendación de compra: cómo elegir el producto adecuado
- Lo más importante en breve
- Ya sea para una excursión de baño, una salida de pesca o un curso de buceo en vacaciones, una cámara subacuática es versátil.
- Gracias a su construcción impermeable y robusta, las cámaras subacuáticas pueden utilizarse tanto en el agua como en tierra.
- En función del uso previsto, los interesados pueden elegir entre versiones desechables, variantes digitales, carcasas estancas y cámaras subacuáticas fabricadas especialmente.
- Debido a las condiciones especiales de luz y visibilidad bajo el agua, es imprescindible un tratamiento posterior de la imagen, independientemente de la clase de precio del aparato. Para que el esfuerzo sea el menor posible, merece la pena echar un vistazo de antemano a la gama de funciones de la cámara.
Sumergida: Captura impresiones con una cámara subacuática
Bajo la superficie del agua se esconde un mundo fascinante, ya sea el arrecife de coral, los peces de colores o la diversión de los más pequeños. Se necesita una cámara subacuática especial para almacenar a largo plazo los recuerdos de las vacaciones de buceo y presentarlos después a amigos y familiares. Convenientemente, las cámaras estancas también son especialmente resistentes en tierra, lo que las convierte en compañeras idóneas no sólo para el buceo y el submarinismo, sino también en la playa, el lago o la piscina al aire libre. En apariencia, están construidos como aparatos normales, pero tienen componentes instalados de forma robusta que protegen su tecnología sensible.
La primera fotografía submarina verificable, aunque no muy lograda, fue tomada en 1856 por el británico William Thompson. Sin embargo, el francés Louis Boutan, junto con el mecánico Joseph David, es considerado el verdadero fundador. en 1957 apareció por fin en el mercado la primera versión comercial.
Mientras que hay cámaras subacuáticas desechables sencillas por sólo diez euros, las cámaras subacuáticas profesionales con varios extras cuestan hasta 300 euros. Ayudamos tanto a los fotógrafos aficionados como a los expertos a encontrar la mejor cámara subacuática para sus necesidades individuales.
Pros y contras de las cámaras subacuáticas
Las cámaras sumergibles clásicas, o más exactamente las cámaras digitales especialmente fabricadas para el agua, traen consigo más ventajas que su mera usabilidad en mojado:
Ventajas
- Impermeable
- A prueba de golpes
- A prueba de heladas
- Adecuado para uso exterior en cualquier condición meteorológica
- En parte con estabilizador de imagen
- Según el modelo, incluye WLAN, GPS, barómetro, altímetro y brújula
Desventajas
- Zoom bajo
- Mayor peso
Ojos abiertos al comprar: Los criterios más importantes
Hacer fotos bajo el agua exige más a una cámara que hacer fotos normales en tierra. Las condiciones y fuerzas que se ejercen sobre la cámara bajo la superficie del agua se comportan de forma diferente y aumentan con cada metro de profundidad, lo que debe tenerse en cuenta antes de comprar. Por ejemplo, el agua tiene un índice de refracción más alto que el aire, lo que da lugar a un tinte azul o verde. Además, la visibilidad es limitada debido a la materia en suspensión, como las algas, en el agua. Los siguientes criterios son especialmente importantes a la hora de comprar una cámara subacuática:
La profundidad máxima de inmersión
A mayor presión de agua, también aumenta el esfuerzo de construcción y, por tanto, el precio. Los modelos más baratos tienen una profundidad de inmersión de cinco a 25 metros. En el caso de los dispositivos más caros, la resistencia al agua llega incluso hasta los 80 metros. Aquí conviene calcular generosamente para que la cámara no sólo sea suficiente para bucear en el lago de baño, sino también para el curso de buceo.
El zoom
Todas las cámaras digitales subacuáticas tienen zoom. Debe tener al menos cinco niveles de aumento para poder captar impresiones lejanas sin esfuerzo. Se distingue entre un zoom real y un zoom digital. Mientras que en el primero el objetivo se amplía electrónicamente (comparable a un telescopio), en el segundo la imagen se amplía enfocando una sección de la imagen. Por regla general, los fabricantes instalan la tecnología digital, más fácil de implementar, en las cámaras subacuáticas. La pérdida de calidad apenas se nota. Sin embargo, una carcasa subacuática proporcionaría el espacio necesario para un zoom mecánico, que es preferible a un zoom óptico.
La pantalla
Dado que los buceadores a menudo no pueden acercarse lo suficiente al visor o a la pantalla con las gafas, debe ser grande y claramente visible, es decir, medir al menos 5 cm. También es importante el brillo ajustable para adaptarse a las condiciones de iluminación individuales. De este modo, los usuarios no sólo evitan los desagradables reflejos causados por la luz que incide en la pantalla, sino que también pueden comprobar directamente las fotos que ya han hecho.
La lente
El objetivo debe ser lo más rápido y preciso posible, ya que las condiciones de luz se deterioran con cada metro de profundidad. En este caso, es aconsejable asegurarse de que la cámara está equipada con un estabilizador óptico de imagen que compense los movimientos al hacer la foto, de modo que el desenfoque -por ejemplo, en olas o con sujetos que se mueven rápidamente- ya no sea visible en la foto. A los principiantes les conviene utilizar un objetivo gran angular medio (distancia focal: 35 milímetros), ya que permite una gran profundidad de campo y sólo una ligera distorsión. Otra ventaja es el autoenfoque, que enfoca automáticamente el sujeto en el centro de la pantalla para obtener la máxima nitidez.
La sensación
La háptica describe la sensibilidad de las teclas. Debido a la humedad, los dedos son menos sensibles en el agua, por lo que a veces no tocan con precisión. Por tanto, los botones de la cámara deben ser algo más grandes para poder manejarlos intuitivamente.
El valor del píxel
La calidad de la imagen debe caracterizarse por unos colores ricos, unos contrastes excelentes y una nitidez suficiente, y siempre debe parecer natural. Para ello son necesarios al menos diez megapíxeles.
El rendimiento de la batería
Dependiendo del tamaño de la cámara y, por tanto, también del espacio para la batería, el rendimiento de ésta es bastante limitado. Aquí depende de cuántos disparos sean suficientes para tus propias necesidades. Mientras que los modelos más baratos suelen durar sólo una hora, con las cámaras de alto precio es posible realizar fácilmente varias inmersiones. Además, el frío del agua afecta al rendimiento de la batería. En general, sin embargo, la batería debe durar lo máximo posible, ya que las tomas de corriente en la playa o el lago son escasas. Para emergencias, es buena idea llevar contigo una batería intercambiable o un banco de energía. Igualmente relevante es el tiempo de carga: Los que quieran utilizar su cámara varias veces al día deben asegurarse de que la duración sea la menor posible.
La capacidad de almacenamiento
La tarjeta SD o micro SD también se ha convertido en el medio de almacenamiento aceptado para las cámaras subacuáticas. Por regla general, basta con entre 16 y 64 gigabytes. Dado que una foto de alta calidad requiere entre tres y cinco megabytes de espacio de almacenamiento, una tarjeta SD de 16 gigabytes puede almacenar hasta 3.000 fotos, capacidad suficiente para la mayoría de los fotógrafos aficionados, pero también para los profesionales.
La función de vídeo
Aunque no todas las cámaras subacuáticas tienen función de vídeo, esta característica es un complemento muy popular. El estándar ahora son las cámaras VGA que producen vídeos en calidad HD. Por supuesto, esta función también aumenta el precio final del aparato, por lo que los interesados deben considerar de antemano si la compra les merece la pena.
Accesorios prácticos
Un accesorio especialmente importante que garantiza el éxito de las tomas subacuáticas es el flash. Como la potencia de la mayoría de los flashes incorporados es limitada y consumen energía, merece la pena tener un flash adicional con su propia fuente de alimentación, sobre todo para inmersiones profundas. Con su ayuda, se garantiza un ángulo de exposición que minimiza el efecto de deslumbramiento de las partículas suspendidas en el agua. Además, la intensidad de la luz puede modificarse según las necesidades para una iluminación perfecta. Como alternativa, vale la pena comprar una lámpara de buceo. Como el efecto de refracción de la luz en el agua se intensifica con el aumento de la profundidad, se crea un efecto llamado dominante azul. Para evitar un tinte azul en las fotos, es buena idea poner un filtro de luz delante de la cámara.
Con una correa impermeable y duradera, la cámara subacuática está siempre segura. Colgado del cuello, los usuarios no necesitan sujetarlo permanentemente con las manos, dejándolas libres cuando lo necesitan. Además, la correa impide que la cámara se resbale de la mano y desaparezca en las profundidades del agua. Una bolsa de almacenamientotambién es una ventaja. La cámara puede guardarse en él mientras los usuarios se mueven por el agua. Durante el transporte, también sirve de protección.
Cámaras subacuáticas para todas las necesidades
Las cámaras subacuáticas son versátiles. Su principal campo de aplicación es probablemente la fotografía de afición y de vacaciones, ya sea buceo, submarinismo o natación. Pero estos robustos aparatos también se utilizan para actividades al aire libre, desde el senderismo a los deportes extremos. Su carcasa estanca la protege de la lluvia, el barro y la humedad. Incluso su uso en la nieve, ya sea esquiando o practicando snowboard, no supone ningún problema para las cámaras adaptables.
Dado que el agua y la arena no sólo causan grandes daños a una cámara convencional, sino que incluso pueden inutilizarla, es aconsejable comprar una cámara subacuática especial en función de tus necesidades y del uso que le vayas a dar. Cada especie satisface necesidades diferentes:
Cámaras subacuáticas desechables
Estas cámaras subacuáticas baratas (a partir de diez euros) de un solo uso tienen una película ordinaria con espacio para entre 24 y 28 fotos, que luego los usuarios deben hacer revelar. Para ello, no abren la cámara, sino que la entregan completamente en la farmacia. Según el modelo, la profundidad máxima de inmersión es de hasta 15 metros. No suele haber filtro y el flash también es comparativamente débil. En consecuencia, su gama de funciones es tan reducida como su usabilidad. Las cámaras subacuáticas desechables merecen la pena sobre todo para principiantes o para viajes de vacaciones puntuales al mar, debido a los compromisos de calidad.
Carcasa subacuática
Una carcasa subacuática para cámaras normales consta de una película sólida o flexible y es adecuada para inmersiones de diez a 80 metros. En el caso más sencillo, se trata de una bolsa de silicona diseñada para que todos los mandos puedan accionarse a mano sin problemas. Además de modelos específicos para cada cámara, también hay bolsas universales. El único inconveniente es la calidad de las fotos, ya que la tapa podría tapar el objetivo si se resbala. En las carcasas rígidas de plástico o metal, el funcionamiento se realiza mediante interruptores integrados en la carcasa. Esto sólo afecta ligeramente al aspecto.
Convenientemente, los usuarios pueden utilizar simplemente su cámara digital existente. Las carcasas tienen un precio de unos 20 euros, por lo que son una alternativa barata y reutilizable, a diferencia de las cámaras desechables. Aunque estas fundas también pueden utilizarse para teléfonos inteligentes, la pantalla táctil no suele poder manejarse con ellas, por lo que los usuarios tienen que controlar su teléfono móvil mediante los botones exteriores.
Cámaras digitales subacuáticas
Especialmente diseñadas para su uso en el agua, estas cámaras compactas digitales suelen resistir profundidades de entre 10 y 30 metros. En principio, están construidas de forma similar a las cámaras digitales convencionales: Incluyen una conexión para transferir las imágenes al PC, un zoom digital y opciones básicas de ajuste. Para hacer las mejores fotos posibles bajo el agua, los sensores ópticos y los filtros están ajustados para esta gama: desde la corrección automática del color y el contraste hasta una capacidad de almacenamiento considerable y una resolución de imagen óptima. En comparación con la cámara subacuática desechable, el número de fotos con esta variante es casi ilimitado. Para ello, los interesados tienen que contar con un precio mínimo de 50 euros.
Los buceadores necesitan una lente rápida porque los rayos del sol pueden refractarse mucho, el entorno puede ser muy oscuro o la visibilidad puede reducirse considerablemente. Además, la profundidad máxima de inmersión de la cámara debe ser superior a 15 metros. Si quieres vigilar cómodamente los objetos en movimiento mientras buceas, por ejemplo, debes prestar especial atención al enfoque automático y al tiempo de disparo del obturador. Las cámaras de acción resistentes al agua, aptas para cualquier actividad al aire libre, tienen incluso una profundidad máxima de inmersión de hasta 50 metros. Lo más importante aquí es una carcasa robusta, resistente a cualquier tipo de precipitación y a prueba de golpes y arañazos.
WLAN, GPS y Co: Las funciones adicionales
Con el fin de adaptar las cámaras subacuáticas clásicas, es decir, digitales, a las necesidades respectivas de los clientes, ahora están equipadas con numerosas funciones adicionales, entre las que se incluyen:
- Wi-Fi o WLAN proporcionan una cómoda transferencia de datos al PC sin tener que conectar un cable. Esto permite compartir las fotos directamente con amigos y familiares, por ejemplo.
- La función GPS permite determinar las coordenadas de la imagen, de modo que incluso años después se puedan seguir rastreando los lugares donde se tomaron las imágenes.
- El balance de blancos ajusta las imágenes para que los colores parezcan más realistas, aunque las condiciones de iluminación del agua cambien constantemente.
- Gadgets adicionales como brújula, altímetro, profundímetro o barómetro completan el abanico de funciones de un todoterreno. Con estas funciones de ayuda, los buceadores pueden orientarse fácilmente bajo el agua.
¿Todo bien? Consejos de cuidado y limpieza
En una cámara subacuática, un sellado intacto, por ejemplo en las conexiones, la batería y la tarjeta de memoria, es de vital importancia, sobre todo porque los cuerpos extraños, como la arena y el polvo, pueden afectar enormemente al rendimiento. Aunque las cámaras subacuáticas son especialmente robustas, esto no significa que los usuarios puedan manejarlas con descuido. Si tienes en cuenta unos sencillos consejos, disfrutarás de tu cámara subacuática el mayor tiempo posible:
- No toques el objetivo si todavía tienes crema solar en las manos, para que las fotos no salgan turbias.
- Guarda siempre la cámara en una bolsa cuando no la estés utilizando o transportando.
- Comprueba regularmente las juntas de la carcasa para asegurarte de que las ranuras de las gomas están fijas y libres de polvo.
- Enjuaga bien el agua salada de tu cámara con agua dulce después de una inmersión.
- Elimina la suciedad con un paño de microfibra o un cepillo fotográfico antiestático, y la suciedad persistente en las hendiduras con un bastoncillo de algodón empapado en alcohol.
- No expongas la cámara a la luz solar directa durante demasiado tiempo y guárdala, si es posible, en un lugar fresco, seco y oscuro.